Es común escuchar que los gatos se lavan a sí mismos con su lengua y no necesitan bañarse. Sin embargo, ¿es realmente necesario que les demos un baño de vez en cuando? En este artículo, descubriremos si deberías lavar a tu gato y, en caso afirmativo, te daremos algunos consejos sobre cómo hacerlo de manera segura y efectiva. ¡Así que prepárate para deshacerte de los mitos sobre los gatos y el agua, y aprende a cuidar la higiene de tu felino de manera adecuada!
VS¡Es bien sabido que a los gatos no les gusta mucho el agua! Sin embargo, en ocasiones es necesario bañarlos de forma ocasional, o incluso frecuentemente en el caso de las razas de pelo largo. Así que hay maneras de hacer que la experiencia sea más placentera, para ellos y para nosotros.
Si bien es posible que los perros necesiten ser lavados con regularidad, este no es necesariamente el caso de los gatos, que tienen fama de ser animales muy limpios. De hecho, nuestros amigos felinos dedican mucho tiempo cada día a arreglarse. Su lengua áspera suele ser suficiente para eliminar la suciedad y pulir el pelaje. Por tanto, es muy raro que un gato tenga el pelaje graso o maloliente como el perro. Por tanto, el baño no es absolutamente necesario, sobre todo porque puede resultar especialmente estresante para nuestra mascota.
¿Cuándo debes lavar a tu gato?
Aunque generalmente no es necesario lavar a un gato, la maniobra sigue siendo necesaria en los siguientes casos:
Tu gato no se está acicalando adecuadamente. Este es el caso, por ejemplo, de ciertos gatos con mucho sobrepeso, ancianos o enfermos. Ya no limpian sus cuartos traseros, lo que puede provocar que se ensucien o simplemente que estén mal cuidados.
Su gato de pelo largo a menudo desarrolla esteras y regularmente desarrolla dermatitis debajo del pelaje.
Hay una sustancia tóxica en el pelo de tu gato: un producto a base de permetrina (que se encuentra, por ejemplo, en determinadas pipetas antiparasitarias para perros), aceite usado, gasolina, pegamento, pintura, etc.
Posiblemente si tu gato está muy infestado de pulgas. Llamamos su atención sobre el hecho de que un champú antipulgas tiene un efecto inmediato, pero no es suficiente para deshacerse permanentemente de las pulgas. No dudes en leer nuestro artículo sobre tratamientos antipulgas para gatos para saber más sobre este tema.
¿Cómo se lava a un gato?
En primer lugar, es importante proceder con calma y sin prisas para no causarle pánico a tu gato. Si está acostumbrado a que le corten las uñas, puede programar el corte con uno o dos días de antelación.
Para lavar a tu gato lo mejor es utilizar agua tibia (35-37°C) y un champú adecuado para animales. Desaconsejamos el uso de productos para bebés: su pH no es el adecuado, pueden provocar eccemas u otras enfermedades de la piel en tu animal.
También necesitarás un recipiente que sirva como bañera (por ejemplo, un lavabo). Si esto no es posible, puedes utilizar un lavabo o lavabo, y si es necesario, no tienes una ducha accesible, puedes sustituirla por ciertos pequeños dispositivos diseñados para bebés, como una bola de lluvia.
Por último, puedes utilizar golosinas para animarlo a pensar en otra cosa y reducir sus niveles de estrés. Una golosina en tubo o en barra es ideal en este caso, ya que puedes sostenerla delante de la nariz de tu gato y luego trabajar en la bañera tranquilamente mientras tu gato disfruta de ella.
Para lavar a tu gato, colócalo en la bañera. Una vez relajado, humedezca suavemente con agua tibia (35-37°C) mientras masajea suavemente el cabello hasta empaparlo por completo. Si es posible, evite mojarse la cabeza, especialmente los ojos. Luego pon una pequeña cantidad de champú en la palma de tu mano y aplícalo sobre el cabello. Masajear con movimientos circulares hasta que se forme una espuma. Si es posible, se recomienda dejar actuar el champú de 1 a 2 minutos después de lavar todo el cuerpo.
Una vez hecho esto, puedes enjuagar con movimientos suaves y lentos. No dudes en presionar el cabello según su posición para sacar todo el producto. Tenga cuidado de que no queden residuos en los pliegues: por ejemplo entre los dedos o en las axilas o en la zona de la ingle.
Una vez que tu gato esté limpio y enjuagado, escurre suavemente el pelo. Siga los pasos anteriores para retirar el producto y luego séquelo lentamente envolviéndolo en una toalla. Te recomendamos mantenerlo caliente después hasta que esté completamente seco para asegurarte de que no se resfríe.
Si a tu gato realmente no le gusta bañarse, siempre puedes optar por una limpieza rápida y profunda con un paño húmedo. Y si tienes mal olor o seborrea excesiva, los champús en seco adecuados también pueden ayudarte.
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¿Deberías lavar a tu gato? Si es así, ¿cómo?
Como propietario de un gato, es natural preguntarse si debes lavarlo y cómo hacerlo adecuadamente. En este artículo, responderemos a las preguntas frecuentes sobre el baño de los gatos y ofreceremos algunos consejos útiles.
¿Deberías bañar a tu gato?
Cuando se trata de bañar a tu gato, la respuesta general es no siempre es necesario. Los gatos son animales muy limpios y se dedican a su aseo personal diario. Su lengua áspera les permite eliminar la suciedad y los olores de su pelaje, y la mayoría de las veces pueden mantenerse perfectamente limpios sin nuestra ayuda. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que puedes considerar bañar a tu gato, como:
- El gato tiene una situación médica que lo requiera: Si tu veterinario te indica específicamente que debes bañar a tu gato debido a una afección de la piel o algún parásito, sigue sus instrucciones al pie de la letra.
- Alergias o irritaciones en la piel: Si tu gato tiene alergias o su piel se encuentra irritada, un baño suave con un champú especializado puede aliviar el malestar y ayudar a sanar.
- Gato de pelo largo: Los gatos de pelo largo, como los Persas o Maine Coons, pueden necesitar un baño ocasional para evitar que su pelaje se enrede y formen nudos difíciles de resolver.
Consejos para bañar a tu gato
1. Prepara todo lo necesario: Antes de bañar a tu gato, asegúrate de tener todos los suministros a mano, como champú para gatos, toallas suaves, un cepillo y guantes protectores si es necesario.
2. Elija el momento adecuado: Intenta bañar a tu gato cuando esté relajado y tranquilo. Evita períodos de estrés o actividad, ya que esto puede hacer que tu gato se ponga nervioso y sea más difícil de manejar.
3. Use agua tibia y champú adecuado: Llena una bañera o fregadero con agua tibia. Asegúrate de utilizar un champú específicamente diseñado para gatos, ya que los productos para humanos pueden ser demasiado fuertes para su piel sensible.
4. Moja suavemente a tu gato: Utiliza un recipiente o una jarra para mojar suavemente el pelaje de tu gato con agua tibia. Evita rociar agua directamente sobre su cara, ya que esto puede asustarlo.
5. Aplica el champú con cuidado: Aplica una cantidad pequeña de champú en tus manos y masajea suavemente el pelaje de tu gato, prestando especial atención a las áreas problemáticas o sucias. Asegúrate de evitar los ojos, oídos y boca de tu gato.
6. Enjuaga completamente: Asegúrate de enjuagar completamente el champú del pelaje de tu gato, asegurándote de que no queden residuos. Los residuos de champú pueden causar irritación en la piel de tu gato si no se eliminan adecuadamente.
7. Sécalo suavemente: Después de enjuagar, envuelve a tu gato en una toalla suave y sécalo cuidadosamente. Evita el uso de secadores de pelo, ya que el ruido y el calor pueden asustarlo.
Ahora que sabes cómo bañar a tu gato de manera segura y efectiva, ten en cuenta que no todos los gatos toleran el agua y el baño. Si tu gato se muestra demasiado estresado o incómodo durante el proceso, es posible que debas buscar alternativas de limpieza, como el uso de toallitas húmedas para gatos o consulta con tu veterinario para obtener consejos específicos.
Siempre recuerda que es importante hacer del baño una experiencia positiva y reconfortante para tu gato, brindándole el cuidado y la atención adecuada.
Fuentes: